viernes, 23 de agosto de 2013

MOLESKINE. Philipp Otto Runge

Philipp Otto Runge (1777–1810)
Si fuera curador colgaría sus obras en la misma sala que las casitas de Peter Fritz

 


jueves, 22 de agosto de 2013

Bienal de Venecia 2013: Peter Fritz curado por Olivier Croy & Oliver Elser

Lieber Peter: Ich besuchte die heile Welt von Herr Fritz, geometrisch ausgerichtet die große weiße Plattform bestellt besetzen den Raum. 387 Gebäude sind die kleine Welt von Herrn Fritz. Herr Fritz würde gehen? Ihre Silhouette, wissen Sie, aber vorstellen, weiß nicht, warum groß, schlank, gekrönt mit einem Kopf silbernes Haar, durch eigenen Land (Paesse)? Peter, Herr Fritz cut Papiere, Karton und Pappe, Farbe Zäune, macht Kruzifixe von Landkirchen spitzen Kuppeln aufrechterhalten werden: Herr Fritz macht eine Welt. Es gibt keine Straßen oder Gehwege, Plätze und Denkmäler, jedes Stück ist ein isoliertes Gebäude. Seine Kreationen up einander zugewandt sind gesäumt, hinter oder vor uns, aber nicht in Nachbarschaften zu integrieren, sind die Städte oder Städte 387 geschlossenen Welten über sich selbst: Spielzeug-Häuser, auch wenn sie zu einem einzigartigen architektonischen Stil gehören - ländlichen österreichischen behalten den gleichen Umfang und die gleiche Prozedur, allein zu spielen. Die kleine Welt von Herr Fritz ist einsam, und je nachdem, wie Sie aussehen, glücklich oder traurig. Seine Freude ist klein, und seine Fenster, eine Freude bürgerlichen Sitten und religiösen Maßnahmen, und Trauer ist riesig, düster. Um Ihre Freude fühlen Sie sich zu ducken, beugen Sie die Beine ein wenig haben, dann werden Sie sehen, diese Zeilen aus Pappe Häuser in der Nähe (Recorda die 387) Sie die Perspektive zu wechseln kann um zu sehen, sie schwebt eine nach der anderen in einer perfekten Gitter des Kurators und seine Assistenten . Nun, wenn Sie um die Traurigkeit sehen wollte, empfehle ich Ihnen, sehen sie von oben, fliegt über die (387) Decken. Es ist eine bunte Traurigkeit, eine Landschaft so unmenschlich, dass man nicht glauben, die tot aussieht (wenn auch nicht, dass der Tod, die zurück schiebt die Körper langsam, fast liebevoll deshilachándolos), die den Tod, sondern als ein Polster Platten, Gräber das Haus diese Körper: jedes Haus Giebel Grab, Grabstein Wassertank mit vitrauxes und wahrscheinlichen Geweih in ihrer überwiegend grün und Teppichböden Innenraum (wie wird das ländliche Leben in Österreich, Österreich?) Herr Fritz kann kein Bier trinken, oder vielleicht hörten sie klassische Musik, während pegoteaba, konzentrierter und glänzend, die Bildkarten und Stöcken und Zeitungsausschnitte seiner wunderbaren architektonischen deutschen Friedhof. Yours, F. 

Estimado Peter:
He visitado el mundo perfecto del Sr. Fritz, alineado, ordenado geométricamente sobre la gran plataforma blanca que ocupa la sala. 
387 edificios son el mundo pequeño del Sr. Fritz.  ¿pasearía el Sr. Fritz su silueta, que desconozco, pero imagino, no sé porqué alta, esbelta y coronada por una cabeza de pelo plateado, por su propio país?
Peter, el Sr Fritz recorta papelitos y cartones, pinta cercas, hace crucifijos para ser sostenidos por cúpulas puntudas de iglesias rurales: el Sr. Fritz realiza un mundo.  No hace calles ni veredas, ni plazas con monumentos, cada pieza es un edificio aislado.  Sus creaciones se alinean una frente a otra; detrás o adelante, pero no se integran en barrios, pueblos o ciudades, son 387 mundos cerrados sobre si mismos: casitas de juguete que, aunque pertenezcan a un estilo arquitectónico único – rural, austríaco, conserven una misma escala y compartan el mismo procedimiento, juegan solos.
El pequeño mundo del Sr. Fritz es solitario y, dependiendo de cómo se lo mire, alegre o triste.  Su alegría es pequeña, como sus ventanas, una alegría burguesa, de costumbres medidas y religiosas, y su tristeza es enorme, desoladora.
Para sentir su alegría, tienes que agacharte, flexionar un poco las piernas, entonces verás estas hileras de casitas de cartón de cerca (recordá que son 387)  Puedes variar la perspectiva para verlas asomar una tras otra en la perfecta cuadrícula del curador y sus asistentes.  Ahora, si quisieras ver la tristeza, te recomiendo que las veas desde arriba, volando sobre los (387) techos.  Es una tristeza colorida, un paisaje tan inhumano que no podrás creerlo, que parece muerto (aunque no es aquella muerte, que va deshaciendo los cuerpos lentamente, deshilachándolos casi con amor) sino la muerte que cubre, como un tapizado de losas, las tumbas que alojan a dichos cuerpos: cada casa una tumba a dos aguas, una lápida con tanque de agua, con vitrauxes y probables cornamentas de ciervos en sus interiores predominantemente verdes y alfombrados (¿cómo será la vida rural en Austria, en Österreich?)
El Sr. Fritz tal vez no tomaba cerveza, o tal vez sí escuchaba música clásica mientras pegoteaba, concentrado y reluciente, los cartoncitos y palitos, y recortes de revistas de su maravilloso cementerio arquitectural alemán.

Tuyo, F.


miércoles, 21 de agosto de 2013